Código de Responsabilidades Profesionales en la Medición Educativa

Este Código es aplicable a cualquier tipo de evaluación que tenga lugar en el proceso educativo, incluyendo todo tipo de técnicas, tradicionales o alternativas, utilizadas a la hora de recoger información para la toma de decisiones en el ámbito educativo. El Código tiene una finalidad eminentemente instructiva, informando y recordando a todos aquéllos que están implicados en la evaluación educativa su obligación de proceder de forma íntegra a la hora de desarrollar, utilizar, evaluar y promocionar las evaluaciones educativas. Por otra parte, cabe esperar que el Código estimule la discusión sobre qué constituye una evaluación educativa profesionalmente responsable en los distintos niveles del sistema educativo.

Además de establecer unas responsabilidades generales, el Código enumera las responsabilidades profesionales en ocho grandes áreas de la evaluación educativa:

1. Desarrollo de evaluaciones.

2. Promoción y venta de productos y servicios de evaluación.

3. Elección de productos y servicios evaluativos.

4. Aplicación.

5. Puntuación.

6. Interpretación, uso y comunicación de los resultados.

7. Enseñanzas sobre evaluación.

8. Evaluación de programas e investigación.

Responsabilidades Generales

Los profesionales que desarrollan su actividad en el ámbito de la evaluación educativa deberán:

1. Proteger la salud y seguridad de las personas evaluadas.

2. Actuar de acuerdo con la legislación vigente sobre actividades profesionales.

3. Mantenerse al día y mejorar su competencia profesional en evaluación educativa.

4. Prestar servicios de evaluación sólo en las áreas de su competencia y experiencia, proporcionado una información completa de sus cualificaciones profesionales.

5. Promover la comprensión de métodos de evaluación educativa adecuados.

6. Proceder siempre según las normas deontológicas y promover las conductas profesionales responsables dentro de las instituciones educativas y de cualquier otra organización que proporcione servicios educativos.

7. Llevar a cabo todas las actividades profesionales de forma honesta, íntegra y objetiva.

1. Responsabilidades de quienes desarrollan productos y servicios de evaluación

Quienes elaboran cualquier tipo de producto o servicio de evaluación, tales como los profesores u otros especialistas, tienen la responsabilidad profesional de esforzarse para obtener evaluaciones que sean de la máxima calidad. Las personas que elaboran cualquier tipo de producto o servicio evaluativo tienen la responsabilidad profesional de:

1.1. Asegurarse de que los productos y servicios evaluativos se han elaborado según los estándares profesionales, técnicos y legales.

1.2. Elaborar productos y servicios evaluativos que estén libres de sesgo respecto de variables ajenas al constructo medido, tales como género, etnia, raza, nivel socioeconómico, discapacidades, religión, edad, o nacionalidad.

1.3. Prever los ajustes necesarios para evaluar a personas con discapacidades y otras necesidades especiales.

1.4. Hacer saber a quien proceda cualquier conflicto de interés real o potencial que pueda influir en la actuación de quienes desarrollan productos o servicios de evaluación.

1.5. Utilizar materiales de evaluación originales, con el copyright correspondiente, de acuerdo con la legislación vigente.

1.6. Poner toda la información relevante a disposición de las personas adecuadas, incluyendo datos actualizados sobre la fiabilidad, validez, puntuación, elaboración de informes, y cualquier otra característica de interés para la evaluación.

1.7. Proteger el derecho a la privacidad de las personas evaluadas.

1.8. Prevenir a los usuarios en un lenguaje claro y directo contra de las malinterpretaciones más habituales de los datos obtenidos en el proceso de evaluación.

1.9. Evitar afirmaciones falsas o injustificadas en los materiales y documentación utilizados acerca de la evaluación o su interpretación y uso.

1.10. Corregir inmediatamente cualquier imprecisión relevante que se detecte en la evaluación o los materiales utilizados.

1.11. Elaborar informes y materiales de soporte que ayuden a comprender los resultados de la evaluación.

2. Responsabilidades de quienes promocionan y venden productos y servicios de evaluación

Las personas que promocionan y venden productos y servicios de evaluación tienen la responsabilidad profesional de:

2.1. Proporcionar información precisa a los compradores potenciales sobre los productos y servicios evaluativos, sus usos más recomendables y sus limitaciones.

2.2. No retener a sabiendas información relevante sobre los productos y servicios evaluativos que pueda condicionar la decisión a la hora de elegirlos.

2.3. Todas las afirmaciones acerca de los productos y servicios evaluativos deben de basarse en interpretaciones válidas de información pública disponible.

2.4. Permitir igualdad de oportunidades a los usuarios cualificados para comprar los productos y servicios de evaluación.

2.5. Establecer unos precios razonables para los productos y servicios evaluativos.

2.6. Antes de su compra o uso comunicar a los usuarios potenciales todas las tarifas aplicables de los productos y servicios de evaluación.

2.7. Asegurarse de que no limitan las oportunidades de algunas personas debido a su incapacidad para pagar el precio de los productos y servicios evaluativos.

2.8. Limitar la venta de los productos y servicios evaluativos a profesionales convenientemente cualificados, de los cuales cabe esperar unos usos e interpretaciones adecuados.

2.9. Informar a los potenciales usuarios sobre los usos inadecuados más conocidos de los productos y servicios evaluativos, y proporcionarles la información pertinente acerca de como evitarlos.

2.10. Mantenerse al día acerca de los productos y servicios de evaluación y de su uso adecuado en el ámbito educativo.

2.11. No hacer pública información o productos y servicios evaluativos con el aval de usuarios sin tener su aprobación explícita.

2.12. No hacer público que determinados productos y servicios evaluativos han sido respaldados por otras organizaciones al menos que se tenga una certificación oficial del respaldo.

2.13. No promocionar productos o servicios relativos a la preparación para los tests que puedan inducir a que las personas reciban puntuaciones no acordes con sus verdaderos niveles de ejecución.

3. Responsabilidades de quienes eligen los productos y servicios de evaluación

Las personas que eligen, o aconsejan en la elección, de productos y servicios de evaluación para ser utilizados en ámbitos educativos, tienen la responsabilidad profesional de:

3.1. Llevar a cabo una revisión y evaluación exhaustivas de los sistemas e instrumentos de evaluación disponibles que podrían ser válidos para los objetivos planteados.

3.2. Recomendar y/o seleccionar evaluaciones basándose en informaciones y datos sobre su calidad técnica y utilidad públicamente disponibles.

3.3. Hacer pública cualquier relación o afiliación que puedan tener con los autores, editores de tests, u otras instancias implicadas en la evaluación que se esté considerando para comprar; abstenerse de participar en el proceso si estas relaciones pueden afectar la objetividad del proceso selectivo.

3.4. Informar a quienes toman las decisiones y a los posibles usuarios de lo apropiado de la evaluación en relación con los objetivos perseguidos, posibles consecuencias derivadas de su uso, protección de los derechos de las personas evaluadas, gastos implicados, materiales y servicios que se necesitan para llevar a cabo la evaluación, y limitaciones de la evaluación, incluyendo potenciales usos e interpretaciones inadecuados de la información obtenida en la evaluación.

3.5. Oponerse al uso de cualquier tipo de evaluación que permita la posibilidad de ser utilizado de forma incorrecta con los miembros de algún grupo, bien sea por razones de raza, etnia, género, edad, discapacidad, lenguaje, nivel socioeconómico, religión o nacionalidad.

3.6. Cumplir a rajatabla con todas las condiciones de seguridad que acompañan la revisión de las evaluaciones.

3.7. Hacer público de forma inmediata cualquier intento que se detecte de ejercer una influencia indebida en el proceso de selección de las técnicas y servicios de evaluación.

3.8. Evitar el recomendar, comprar, o usar sistemas de preparación para los tests que puedan llevar a las personas a obtener puntuaciones que no respondan a su verdadero nivel en el constructo evaluado.

4. Responsabilidades de quienes realizan las evaluaciones

Las personas que preparan a otras para la evaluación, así como quienes la llevan a cabo, tales como profesores, administradores, personal auxiliar, etc., tienen la responsabilidad de:

4.1. Informar a los examinados acerca de la evaluación antes de aplicársela, haciéndoles saber los objetivos, usos y consecuencias, cómo se juzgará y puntuará la información obtenida en la evaluación, cómo se archivarán los resultados, quién tendrá acceso a los resultados, y cómo se distribuirán los resultados. También se les pondrá al corriente de sus derechos antes, durante y después de la evaluación.

4.2. Aplicar únicamente aquellos tipos de evaluaciones para los cuales se está cualificado, de acuerdo con la formación, entrenamiento y titulación recibidos.

4.3. Tomar las precauciones de seguridad pertinentes antes, durante y después de la aplicación de la evaluación.

4.4. Comprender los procedimientos a seguir para llevar a cabo la evaluación antes de su aplicación.

4.5. Aplicar las evaluaciones estandarizadas de acuerdo con los procedimientos y condiciones prescritas, notificando a quien corresponda si ocurriese alguna circunstancia que no se ajuste a dichas condiciones estándar.

4.6. No excluir de la evaluación a ningún estudiante que tenga derecho a ella.

4.7. Evitar cualquier circunstancia en el proceso de evaluación que pueda invalidar los resultados.

4.8. Permitir y documentar todos los ajustes admisibles para la aplicación de la evaluación a personas discapacitadas o con necesidades especiales.

4.9. Dar la posibilidad a los evaluados de hacer preguntas acerca de los procedimientos de evaluación o instrucciones en los momentos oportunos dentro del proceso evaluativo.

4.10. Proteger el derecho a la intimidad de los examinados y garantizarles un proceso imparcial

4.11. Evitar acciones o condiciones que puedan permitir a las personas o grupos recibir puntuaciones que distorsionen sus verdaderos niveles en la variable evaluada.

5. Responsabilidades de quienes puntúan las evaluaciones 

Las personas que puntúan y preparan los informes de las evaluaciones tienen la responsabilidad profesional de:

5.1. Proporcionar información completa y precisa a los usuarios acerca de los diversos aspectos implicados en la valoración de la evaluación, tales como la estructura del informe, forma de puntuación, características técnicas, procedimientos de control de calidad, formato de los informes, o precios de los servicios si los hubiere.

5.2. Asegurarse de la precisión de los resultados de las evaluaciones, llevando a cabo procedimientos de control de calidad antes, durante y después de la puntuación.

5.3. Minimizar los efectos sobre las puntuaciones de aquellos factores que sean extraños a los fines de la evaluación.

5.4. Informar de inmediato a los usuarios de cualquier cambio que se produzca en la forma establecida de puntuar, de realizar el informe, o en el esquema de la evaluación, negociando una solución con los usuarios.

5.5. Proporcionar los resultados de la evaluación tan pronto como sea posible.

5.6. Proteger la confidencialidad de la información sobre las personas, tal como establece la ley.

5.7. Proporcionar los informes de la evaluación únicamente a las personas facultadas por ley, o a quienes hayan sido convenientemente autorizadas.

5.8. Cuando sea posible, establecer algún sistema claro y razonable de revisión de la evaluación.

6. Responsabilidades de quienes interpretan, utilizan y comunican los resultados de la evaluación

Las personas que interpretan, utilizan y comunican los resultados de las evaluaciones tienen la responsabilidad profesional de:

6.1. Llevar a cabo estas actividades de forma documentada, objetiva y transparente, teniendo en cuenta las limitaciones de la evaluación y las posibles consecuencias derivadas de su uso.

6.2. Proporcionar a quienes reciben los resultados de la evaluación información sobre ella, sus fines, sus limitaciones, y todo lo que sea necesario para una adecuada interpretación de los resultados.

6.3. Facilitar a quienes reciben los informes con las puntuaciones una descripción comprensible por escrito de las puntuaciones, incluyendo las interpretaciones adecuadas, así como posibles malinterpretaciones.

6.4. Comunicar los resultados de la evaluación de forma comprensible, incluyendo las interpretaciones adecuadas y las posibles malinterpretaciones.

6.5. Valorar y comunicar la adecuación de cualquier norma o estándar utilizado en la interpretación de los resultados de la evaluación.

6.6. Informar a todas las partes implicadas en el proceso de evaluación de cómo pueden afectarles los resultados de la evaluación.

6.7. Siempre que sea posible, a la hora de tomar decisiones educativas hay que utilizar múltiples fuentes y tipos de información sobre las personas o programas.

6.8. Evitar (y oponerse activamente a que otros lo hagan) los informes imprecisos, afirmaciones injustificadas, interpretaciones inadecuadas, y en general cualquier afirmación falsa o confusa sobre los resultados de la evaluación.

6.9. Informar a los evaluados y a otras personas implicadas si los resultados se van a archivar y por cuanto tiempo se hará, los procedimientos para revisar la evaluación, los derechos que los examinados y otros tienen sobre la información de la evaluación, así como la forma de ejercer esos derechos.

6.10. Poner en conocimiento de los responsables del proceso evaluativo cualquier uso inadecuado de la información de la evaluación que se detecte.

6.11. Proteger el derecho a la intimidad de las personas e instituciones implicadas en el proceso evaluativo.

7. Responsabilidades de quienes enseñan a otros a evaluar 

Las personas que enseñan o informan a otros sobre evaluación tienen la responsabilidad profesional de:

7.1. Ser competentes y estar al día en aquéllas áreas en las que enseñan, y que ello se refleje en sus enseñanzas.

7.2. Proporcionar perspectivas claras y equilibradas en sus enseñanzas sobre evaluación .

7.3. Distinguir claramente entre opiniones y datos bien fundamentados a la hora de enseñar un determinado método de evaluación, producto, o servicio evaluativo.

7.4. Hacer público cualquier interés económico que considere que puede influir en la valoración de un determinado producto o servicio evaluativo objeto de la instrucción.

7.5. Si se estima que podría perjudicar a algún estudiante, evítese la aplicación de cualquier evaluación que no forme parte de la evaluación del rendimiento del alumno en el curso.

7.6. Si existe la posibilidad de perjudicar a los alumnos, no deben de utilizarse ni hacerse públicos los resultados de cualquier evaluación que no forme parte de la evaluación de su rendimiento en el curso.

7.7. Proteger la seguridad de los materiales y evaluaciones utilizados en el proceso instruccional.

7.8. Dar ejemplo de una práctica evaluativa responsable, y ayudar a quienes se instruye en evaluación para que aprendan todo lo necesario acerca de sus responsabilidades profesionales en el ámbito de la medición educativa.

7.9. Proporcionar una visión clara y equilibrada acerca de aquellos temas que estén siendo debatidos por responsables de la administración, padres, u otros ciudadanos.

8. Responsabilidades de quienes evalúan programas educativos e investigan en evaluación 

Las personas que están implicadas en la evaluación de programas educativos, o que llevan a cabo sus investigaciones en el ámbito de la evaluación, tienen la responsabilidad profesional de:

8.1. Llevar a cabo las actividades de evaluación e investigación de forma documentada, objetiva e imparcial.

8.2. Hacer público cualquier tipo de asociación que tengan con los autores, editores de tests, u otras partes implicadas en la evaluación, y abstenerse de participar si tales asociaciones pueden afectar la objetividad de la investigación o de la evaluación de programas.

8.3. Proteger de forma adecuada la seguridad de las evaluaciones a lo largo del proceso de investigación.

8.4. Tomar las medidas oportunas para minimizar las fuentes potenciales de invalidez de la investigación, y poner de manifiesto aquellos factores que puedan sesgar los resultdos del estudio.

8.5. Presentar todos los resultados de la investigación, los favorables y los desfavorables si los hubiese, de una forma imparcial, completa y objetiva.

8.6. Reconocer de forma clara y completa el trabajo y las ideas de otros.

8.7. Matizar las conclusiones teniendo en cuenta las limitaciones del estudio.

8.8. Siempre que sea posible, utilizar fuentes de información múltiples en el desarrollo de la evaluación y de la investigación.

8.9. Atenerse a los estándares correspondientes y respetar todos los derechos de los participantes en una evaluación o investigación.

Epílogo

El objetivo de este código es servir como guía de conducta a los profesionales que se dedican a cualquier tipo de evaluación educativa. Dada la gran amplitud del campo de la evaluación educativa, así como la gran variedad de actividades a las que pueden dedicarse los profesionales que trabajan en este campo, es improbable que cualquier código, por amplio que sea, abarque todas responsabilidades profesionales de las actividades en las que se encuentran implicados los profesionales de la medición educativa. En última instancia, esperemos que este Código sirva de base para las discusiones sobre lo que constituye una práctica profesional responsable. Además, estas discusiones seguramente identificarán áreas de la práctica profesional que necesitan una mayor clarificación y análisis. En la medida en la que estas discusiones tengan lugar, el Código habrá cumplido su finalidad.

Adaptado del Código original elaborado por un comité de expertos del Consejo Nacional de Medición Educativa (NCME) de los Estados Unidos, 1995.

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